Desde que se fundó SPASAV, han pasado por nuestras instalaciones cientos de perros sin hogar. Llegan a nosotros, tras ser abandonados, maltratados, o simplemente nacidos en la calle. Muchos pasan toda su vida entre rejas y acaban muriendo de viejecitos en el refugio, otros tienen la suerte de encontrar un hogar donde vivir como merecen. Por todos ellos, luchamos día a día. Tratamos de que el refugio sea un lugar de paso para los perros, algo transitorio donde recuperarse de sus vivencias hasta encontrar un hogar.


Intentamos mejorar nuestras instalaciones día a día para hacer que este refugio se convierta en un hogar para ellos donde les hacemos la vida más fácil.

Somos una protectora muy humilde, pues apenas contamos con ayudas de socios, donaciones o eventos con los que recaudamos el dinero justo para alimentación, veterinario y medicamentos.

 

Aun así, siempre intentamos destinar algo a la mejora del refugio y sus instalaciones, pues como hemos dicho, ya sea de manera temporal o indefinida, éste es su hogar, y ellos, merecen lo mejor.