Y hoy es el turno del pequeño Tokyo, que aunque llegó como un niño bueno y modosito a su nuevo hogar, ya ha sacado al bichejo que lleva dentro para volver loca de felicidad a su nueva familia. Mil gracias a Pilar y Rafa por adoptar al peque, y por la gran enseñanza a sus hijos, quienes desde ya, saben que un amigo no se compra, y crecerán con valores de amor y respeto a los animales.
Mil gracias por pensar en la adopción como única opción!