Uma llevaba años y años en el refugio. Siempre intentando pasar desapercibida. Tanto que nunca nadie se había fijado en ella…. Su timidez le impedía llamar la atención de alguien que la quisiera adoptar.
Hasta que aparecieron Marta y Miguel, sus ángeles de la guarda, a quienes no les importó que Uma fuera extremadamente tímida, a quienes no les importó saber que quizá nunca recibirían de ella un lametón cariñoso….
Sin duda, adoptar un perro con miedo al ser humano, es un acto de generosidad enorme. Adoptar sin esperar nada a cambio, solo cambiar la suerte de ese perro que tanto lo necesita.
Después de unas semanas en su nuevo hogar, Uma avanza, aunque muy poco a poco, pero cada pasito, es un triunfo para sus papis, a quienes siempre estaremos agradecidos.
Muchísimas gracias pareja, pues junto con Vicent, sois lo mejor que le podía pasar a nuestra pequeña temerosa. Ojalá hubiera más gente con un corazón tan desinteresado y tan grande como el vuestro.
Nos devolvéis la confianza en el ser humano y nos dais ganas de seguir en esta lucha, cuando comprobamos que hasta el que menos esperamos puede tener una gran oportunidad.
Sed muy felices